miércoles, 26 de octubre de 2011

Días nublados



Días que gustan y son odiados por igual...


Pero que a todos inspiran.


Días que, para mí, en estado de absoluta felicidad, son los perfectos para tomar café con un buen amigo en una cafetería con una gran cristalera donde podamos ver pasar a la gente con gabardinas.


Pero en estado de incipiente tristeza, lo mejor es enroscarse una manta alrededor del cuerpo (pies incluidos, importantísimo), ponerse una buena película, a ser posible en blanco y negro; dejarse llevar y abandonarse.


Días que son perfectos para pasar un fin de semana en el pueblo frente a la candela, enfrascada en un best-seller que te impida pensar en otra cosa.


Pero en cambio son horribles durante la semana... el ajetreo de los taxis, de la gente hablando insoportablemente por el móvil, de niños berreando a la salida del colegio, de ese choque molesto entre paraguas, de ese inevitable encrespamiento, de ese ir corriendo a todas partes para no mojarte, de ese atasco mal logrado en una ciudad tan pequeña como Badajoz, de ese "ay que se me estropea el bolso de piel", de ese barro en los zapatos y en el día a día.


Días pesimistas o alegres, según como estés tú.


Ayer caminé con sandalias y hoy, en cambio, hay que abrigarse, protegerse del mal humor del tiempo y hacerlo con los pies mojados... ¿Dónde se ha escondido este año el, tan preparador, Entretiempo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si no es esto una obra de arte de alguien bien grande por dentro y por fuera, es que no existe el arte..

Juan Carlos dijo...

Esos días son mis preferidos, si además estas acostado escuchando llover, mejor que mejor, esos dias en los que te levantas y no sabes si se esta haciendo de dia o de noche, me encanta esta entrada, me has devuelto a mis dias preferidos, gracias!!.